TESTIMONIOS SOBRE EL Dr. DIE GOYANES
Carlos Monereo Válido
IN MEMORIAM - (AMIGO)
En su
aparente sencillez, Alfredo ocultaba a un gran activista, un activista en
primer lugar del amor, del amor a su familia, del amor a sus padres, a sus
hijos, a sus nietos y sobre todo a su esposa a la cual adoraba. Recuerdo
aquellas palabras que pronunció en el funeral de Baby en las que resaltaba que
no solo había perdido a su mujer sino a su compañera, a su amante, a su
colaboradora y a su amiga. Fueron una palabras que me impactaron y que años
después recordándoselas nos emocionaron
a los dos.
Aparte de esta faceta de su amor familiar era también un activista de su profesión. Alfredo provenía de una familia de médicos: su abuelo, el Doctor Goyanes y su padre el Doctor José Die y Mas, fueron precursores en nuestro país de la cirugía oncológica que luego Alfredo profundizó y amplió. Yo no estoy capacitado para valorar su trabajo como cirujano, pero sus compañeros del Ramón y Cajal y en general todos los estamentos de su especialidad le colocan en la cima.
También era un gran activista de la amistad. Tenia una enorme capacidad de empatía y supo conservar toda la vida una entrañable relación con sus compañeros del colegio del Pilar, donde cursó sus estudios de bachillerato, como Fernando Asúa, Pepe Garcia López, Juan Miguel Villar Mir, Pachi Sarasola y otros muchos desgraciadamente ya desaparecidos y entre los que destaco a Tito Olalquiaga, Felipe Acedo y Miguel Gorosábel. También en la universidad hizo muchos y muy buenos amigos empezando por Manolin Fernandez Laso y yo mismo con los que compartió muchas tardes y noches de estudio que nos ayudaron a formarnos no solo como médicos sino también como hombres. La vocación de Alfredo era muy clara y nosotros percibíamos que era ya un cirujano en potencia. De aquella época quedan muy buenos amigos: Paco Perez Sanz, Ramiro Rivera porque otros como Emilio Folqué, Paco Aguilar, Alfonso Elosegui o Javier Corral ya no están entre nosotros.
En su faceta de activista deportivo fue un buen base de baloncesto en el colegio del C.H.A. y apreciable jugador de tenis que participó en los campeonatos entre médicos que patrocinaba Manolo Santana. Como gran aficionado al club de fútbol Real Madrid, pertenecía al glorioso grupo de los 100, los cien más antiguos socios. Tenía pasión por su club, pero nunca fue un hincha desagradable porqué su inteligencia y buena educación se lo impedían, claro que eso lo dice uno del Atlético que naturalmente tiene ciertas prevenciones ante los madridistas acérrimos.
Sus actividades culturales formaron parte también de su vid: los conciertos de Ibermúsica, acompañado de su encantadora hija María, y las conferencias y viajes del Instituto Petrarca llenaron muchos momentos de su vida.
Por último quiero destacar su actividad como entusiasta jugador de mus. Supongo que ahora en el cielo, donde seguro está, tendrá una partida organizada con otros médicos como San Roque, San Cosme y San Damián. Aqui abajo sus compañeros de timba de los jueves, Manolin Laso,Fernando Chávarri, Felix Martin, Luis Ortiz y yo, no aceptamos un órdago a pares aunque sabemos que lleva dos pitos por lealtad y cariño.
Los que quedamos y los que ya no están le hemos querido, respetado y admirado.