TESTIMONIOS SOBRE EL Dr. DIE GOYANES

POR EL DR. JAVIER DIE TRILL

HOMENAJE A MI PADRE

Dr. Javier Die, Jefe de la Sección de Cirugía Colo-rectal del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital U. Ramón y Cajal


Quiero escribir un articulo para Papa en su homenaje. Intentaré mostrar todos mis sentimientos, como creo que siempre hago en toda mis actividades y lo haré poniendo toda la carne en el asador. Y además tendré la ventaja de que no veréis las lágrimas que a buen seguro derramaré mientras escribo esto.

Durante muchos años, deseé haber tenido al menos la edad de mi hermana María, para haber podido compartir con él más momentos quirúrgicos de los que compartimos. Aunque es verdad que algunos hubo, cuando yo empecé la residencia él se jubilaba del hospital, y aunque es cierto que siguió operando en la privada unos años, me saben a poco.

Desde que era pequeño sabía que quería ser cirujano. Me acuerdo que a las fiestas de disfraces ya iba yo vestido de cirujano y aunque no sabía exactamente en que consistía, puesto que antes no teníamos la información de la que disponen ahora nuestros hijos, yo quería ser como mi padre, cirujano. Y además ya desde estudiante de COU acompañaba a mi padre al quirófano.

Desde pequeño la figura de mi padre era una figura que quería y respetaba; él es serio, y la que mostraba más los afectos era mamá. Pero si le recuerdo jugar con nosotros y estar tiempo con nosotros, intentando siempre ser muy parcial. Él se sentía siempre orgulloso de su mujer y su familia y lo tuvo siempre muy claro. Sus prioridades fueron su mujer, sus hijos y su trabajo, y eso lo notábamos todos.

Al disponer de la consulta en casa, pasaba bastante tiempo en casa, ya que pasaba consulta dos días a la semana la consulta, operaba otro día a la semana, y pasaba bastante tiempo en su despacho estudiando y preparando charlas, mientras oía música clásica en su tocadiscos. Yo con frecuencia iba a su despacho a jugar en la alfombra, mientras él estaba ahí. Además su tiempo libre lo pasaba con nosotros.

Nos lo dió todo; los mejores colegios, la mejor casa, la mejor educación, una familia estable, su cariño, su equilibrio y su abrigo, aunque sin los excesos ni las tonterías que podían tener otros de su categoría social en ese momento. Si querías algo te lo tenías que ganar con tu comportamiento, o con tus notas o con ambas.

Su padre, cirujano también, vivía en Serrano esquina Goya, pero vivieron el horror de la guerra civil, que hundió a toda la sociedad en la mayor depresión psíquica y económica. Comían de racionamiento, una vez al día, "lentejas del Dr. Negrín" con carne (gusanos), y desde sus ventanas del primer piso veían pasar los obuses desde Serrano hasta la plaza de la Independencia. La guerra, afectó mucho a mi abuelo, persona con unos sentimientos muy especiales, muy querido por todos, y en consecuencia a toda la familia también.

Sufrió mucho la escasez de la postguerra, en donde se pasaba hambre, se freían hasta las cáscaras de patata, y se comían una especie de bola de avena para todo el día.

Cuando se casó con mama vivían en un apartamento con mesas y sillas que eran cajas de cartón. Él, disponía de trabajo y sobre todo de su matrimonio feliz, que fue su mejor alimento durante muchos años. Se enamoró profundamente de mamá y formaron un matrimonio feliz, que resolvía las discusiones antes de que se acabase el día. Es muy importante pedir perdón y no dejar rencores pendientes.

Tiene una foto de esa época, en la que se le ve operando él con el abuelo. Fué la única vez que el abuelo le dejó operar, para hacerse la foto , jajajaja, el resto ayudaba él al abuelo. ¡Cómo me hubiese gustado a mí haberle podido ayudar más en el quirófano ¡.

A su abuelo, el eminente cirujano José Goyanes, sólo lo vio una vez, pero creo que de él heredó la brillantez de cabeza. Es brillante en sus escritos, en su aprendizaje, y en el arte y la ciencia que es nuestra profesión, en donde fue un líder absoluto.

Papá ha sido fundamentalmente una persona humilde, que nunca ha querido sentirse manipulado por la política o el dinero. Nunca quiso explotar sus posibilidades científicas en beneficios sociales o pecuniarios, como lo hicieron otros cirujanos de su época, algunos sin la categoría, brillantez y diversidad de mi padre.

El operó todo, Tórax, Vascular, Trauma, Maxilofacial, Ginecología, Trauma, Plástica y por supuesto Cirugía General, y además todo lo hacía bien. Eso era posible por dos cosas, primero por lo que estudiaba y como se preparó; y segundo porque aplicaba sus conocimientos de una forma muy precisa. Indicaba bien las intervenciones, las realizaba bien y trataba bien las complicaciones de los pacientes.

Es un artesano, y lo que hacía, lo hizo desde el profundo conocimiento, y con la ética y moral de intentar ayudar a los complejos pacientes que le llegaban, que en muchas ocasiones, eran pacientes sin otras posibilidades que las que él pudiera ofrecer.

Es un cirujano humano, muy preocupado por sus pacientes y amigo de muchos de ellos, con lo que a su competencia añadía una proximidad, que ni mucho menos era como los cirujanos de la época trataban a los pacientes, que solía ser con una soberbia sobre un pedestal. No, papá parecía una persona normal, y esa es precisamente lo excepcional en él, con un comportamiento muy equilibrado , pero en el fondo hay un cirujano y una persona brillante y excepcionales. Esa es su grandeza. Esa normalidad en el trato a los pacientes y a sus subordinados, marcó un antes y después en los equipos de cirugía, en los que habitualmente la figura del catedrático era impenetrable en todos los sentidos, y sin la generosidad profesional y humana que él mostraba. Habitualmente esas cualidades no se dan en la gente profesionalmente brillante, que no suelen ser capaces de mantener un equilibrio en su vida personal tan excelente como el que él ha tenido.

Él recuerda una escritura que hay en la escalera de el Colegio de El Pilar de la calle Castelló, en el que estudió, donde figura : "La verdad os hará libres", y eso es lo que ha intentado llevar a gala en toda su vida, y lo ha conseguido; la verdad siempre por delante. Yo intento imitarle aunque soy consciente de que no tengo ni su categoría profesional ni intelectual, algo que por otra parte no tiene casi nadie o nadie.

Nunca le oí una mala palabra, no lo necesita, pues su riqueza intelectual se lo permite, pero nunca se mostraba pedante. Siempre ha sido una persona muy estable y equilibrada en todas sus acciones. Además ha sido muy cabezota, siempre tenemos esa broma en casa; el más cabezota claramente ha sido y sigue siendo él, y eso también le dio constancia en sus actividades diarias.

Es de excepcional relevancia su paso por Nueva York, eso marcó su carrera profesional y personal. Al principio un año muy duro de residente siendo ya mayorcito, con un inglés difícil, y en un hospital del condado de Washington con población mayoritariamente negra a la que difícilmente entendía su acento. Además, con un sueldo bastante escaso, lo que hizo que inicialmente se trasladase él solo, para ver como transcurría todo. Mamá y las dos niñas, María y Sara, se trasladaron unos meses después, luego Pingo nació ahí. Fue una experiencia muy dura, y no pudo completar todo el tiempo de residencia, porque consiguió entrar en el Memorial de Nueva York como Junior Fellow durante 1 año y medio.

Ahí paso sus mejores años personales y profesionales, en un Hospital que se jactaba de ser muy internacional con mucho fellow extranjero que creo fue precisamente el éxito de los Estados Unidos de esa época, saber acoger, enseñar y aprender también de gente de todo el mundo. Ahí se juntaron, muchos cirujanos de muchos países, pero todos ellos intelectualmente muy fuertes y muy capaces, pues eran las elites de sus generaciones en sus respectivos países. La riqueza de ese hospital en esas fechas ha sido incomparable e inigualable, y la formación que obtuvo mi padre fue excepcional. No obstante, él ya era cirujano y tenía algunos puntos ganados respecto a otros, compañeros.

De los más de cincuenta fellows que había en el Memorial, escogieron sólo a tres para que hicieran los otros tres años y medio de Senior Fellow y entre ellos estuvo papá, con lo que disfrutó de otros 3 años excepcionales ahí.

Posteriormente su vuelta a España fue siempre criticada por mamá, aunque a él le faltaban todos los exámenes y algunas rotaciones para obtener el título americano de especialista, y ya era mayor. Además, el miedo de criar a sus hijos en una sociedad en la que alcohol y drogas parecía ser la norma de conducta habitual en los jóvenes, hizo a papá querer volver a España.

Una vez aquí, al jubilarse el abuelo del Instituto Oncológico el entró ahí de adjunto, hasta sacar la plaza de Jefe de Sección en el 12 De Octubre, en donde ya despuntó muy claramente por sus capacidades. Posteriormente pasó como Jefe de Servicio al Hospital Ramón y Cajal, en donde ha sido la figura médica quirúrgica más importante que pasó por ahí. Creó Comités Multidisciplinares, subespecializaciones y Sociedades Médicas que no existían. Cambió el concepto de atención al paciente, haciéndolo integral y transversal. Cambió el trato a subordinados haciéndolos sus iguales. Desarrolló técnicas quirúrgicas que no se han repetido hoy día con igual brillantez. Hay unos vídeos preciosos en la página de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica sobre resecciones del hueso temporal, extirpaciones completas de la pared costal, hemipelvectomìas internas, sacrectomías.... dignos de ver.

Es decir su paso por el Ramón y Cajal supuso un avance de décadas respecto a lo que se estilaba por aquel entonces en el ámbito de la cirugía. Desarrolló técnicas quirúrgicas hasta límites inimaginables por otros cirujanos, y que hoy en día no somos capaces de realizar. Solucionó problemas quirúrgicos con brillantez e imaginación. No obstante, no fue reconocido lo suficiente ni premiado durante su carrera. Carrera excepcionalmente brillante.

El haber pasado esos días en Estados Unidos, le hizo ser una persona bastante abierta en problemas tan reiterados y cansinos en España como son la política, el racismo y la religión en donde aunque siempre tuvo sus creencias, nunca fue un talibán en ninguna de ellas y siempre priorizó su familia y su trabajo a posiciones políticas o de religión.

Desgraciadamente la política en este país siempre ha sido muy dual, nada amistosa, y muy excluyente y con muchas diferencias entre pensamientos distintos, cosa en la que él nunca entró, y cosa que yo comparto . Es irracional que en un país en el que se sufrió tanto en una guerra civil, hoy todavía se siga hablando de rojos y fachas y casi con tanto odio como siempre, es triste y él lo comparte. La politización de la sociedad y de todos sus estamentos es terrible.

Fuimos una familia feliz, papá y mamá contaban con nosotros, nos llevaban con ellos en sus viajes y disfrutábamos de estar con ellos y ellos con nosotros. Así surgió el Molino, del que disfrutamos todos tanto. El Molino fue un proyecto de familia, iniciado desde la base, que a base de mucho esfuerzo, les sirvió de entretenimiento y para fortalecer los lazos familiares y con múltiples amigos.

Él es religioso, de misa todos los domingos, y mostró una constancia encomiable y una fe que le ha aumentado con la edad; pero nunca se mostró radical y utilizó la ética cristiana como sentido de su vida y la de su familia. Sin rarezas ni supersticiones ni tonterías, como todo en su vida.

Como cultivador de las artes que también es, las estudió una vez finalizada su carrera de cirujano. Estudió en Universidad de mayores durante más de 10 años desde Filosofía, a Historia Española, Historia del Arte, Mitología, Arqueología y demás. Estudiaba y tomaba apuntes con el mismo afán que un adolescente universitario, y sus enseñanzas fueron también en todos esos apartados que también le apasionan. Pudo también hacer muchas amistades que conserva. Además devora lectura de todo tipo.

También le gustan los deportes, y aparte de haber jugado al baloncesto en primera división, le gustaba jugar al tenis; disfruta como aficionado del Real Madrid del que es socio 35, de momento. Desde luego, a mí me pegó la pasión por el futbol y el baloncesto. Mis recuerdos de ir los domingos al futbol con mi padre son muy gratos y disfrutábamos los dos del ambiente, de su compañía y de los chascarrillos prepartido con los Laso y los Talero grandes amigos suyos, y queridos por toda la familia. Disfrutamos mucho aquellos momentos y todavía lo pasamos bien viendo partidos juntos.

Como veis, es un compendio de conocimientos que encima recuerda con mejor memoria que la mía, y si no os sabéis la vida de Teseo, el Rapto de Perséfone o el Mito de Prometeo él os lo recuerda, hasta con lujo de detalles.

El suceso que ha marcado su tercera edad y nuestras vidas ha sido sin duda la enfermedad y el fallecimiento de mamá. Mamá fue su amante, su acompañante, su compañera y su vida durante más de 50 años. El suceso fue terrible. La personalidad de mamá era también fuerte, y la conexión que había entre ellos, era envidiable e incomprensible para muchos. Mamá fue también, sin duda alguna, una de las razones del equilibrio de papá, y le aportó muchas cosas en el apartado de modernidad (en todos los aspectos), pues venía de una sociedad más avanzada, que la España de esa época, y afectivamente le proporcionó muchas cosas que él no desarrolló tanto, pero que tras la muerte de mamá afloraron con más fuerza. Mamá fue el pegamento de la familia, pero él ha sabido adoptar ese papel tras su muerte. El fallecimiento de mamá, fue un golpe muy duro para todos, pues priorizaba su familia a todo; de esos golpes de los que no te recuperas nunca del todo.

A pesar de eso y sus escasos achaques, él irradia actividad y ganas de vivir. Realiza múltiples viajes y actividades que llenan su vida personal y nos la transmite. Tuvimos la suerte de poder hacer su viaje soñado a Egipto con él hace un año.

Yo no quiero ser como él, es imposible y es único e incomparable, y además sería deshonesto conmigo mismo, mis capacidades y la gente de mi alrededor. Pero sí creo, que debo de copiarle en lo que pueda, y que cuando la gente me vea actuar, se acuerden de él. Hay que imitar comportamientos cuando éstos son los mejores, ya que eso es lo que hace no morir a las personas, y que permanezca su espíritu siempre entre nosotros. Pensar y actuar como él lo haría, y eso es lo que él se merece.

Al final, los comportamientos que tenemos como "normales", es decir éticamente correctos, verdaderos, sabios e íntegros, despojando tu vida de engaños y mentiras, son excepcionales y más si son en todos los aspectos de una vida, tanto personal como profesional. Y esa "normalidad" tan excepcional que ha tenido mi padre, es lo que le hace incomparable. Y eso unido a su brillantez intelectual, quirúrgica y artística que te hacen Excepcional.

Querido papá GRACIAS POR TODO LO QUE ME HAS DADO Y TE QUIERO MUCHO.

Javier Die Trill en Madrid a 20 de Agosto de 2020.